Tras revisar multitud de estudios, el informe emitido por la National Academy of Science en EEUU, llego a la conclusión de que el uso principal del cannabis era para el tratamiento del dolor crónico y era éste el motivo por el que muchas personas lo consumían por prescripción médica.
Estos efectos dependen tanto del THC como del CBD.
También es efectivo para contrarrestar los espasmos musculares, por ejemplo del diafragma, que no hallan respuesta con otros medicamentos.